5 Señales de la depresión posparto

Según un estudio realizado por el Centro de Investigación “Mente, Cerebro y Comportamiento” (CIMCYC) de la Universidad de Granada,España, “indican que la depresión posparto es un trastorno mental afectivo severo, que afecta hasta al 56% de las mujeres latinas residentes en México y Estados Unidos durante los primeros 4 meses tras el nacimiento de su bebé. Su incidencia mundial es del 15%, y está incluida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5) bajo la denominación de “trastorno depresivo durante el período perinatal”. Se asocia a suicidio y filicidio, y el primero es una de las causas más importantes de muerte materna durante el período perinatal.(1)
Como indica el estudio estamos frente a una situación de alta complejidad mundial que es desconocida por el común de la sociedad y que afecta directamente a las mujeres. Dentro de nuestra tarea de creación de tejido social femenino y de sororidad es muy importante conocer esta situación para ser empáticas con las mujeres madres; por tal hoy deseo compartir cuales son las 5 señales de depresión posparto dadas por el National Institute of Mental Health2 y mi experiencia personal como madre, que nos permitirá generar alertas tempranas para salvar la vida de las madres y de sus pequeños.

“Las luchas feministas deben estar enfocada desde la empatía y la construcción de saberes”

1. Dudas constantes sobre su capacidad de cuidar al nuevo bebé:

Yo soy Leidy Berrío mamá de Josué un niño de dos años de edad, durante tres años busqué ser madre, cuando al fin el milagro de hizo realidad, entré en pánico porque no sabía cómo ser madre, no existe una escuela para enseñarte y empecé a buscar información para reducir mi temor y para mi sorpresa encontré muchísima información, grandes autores, grupos de apoyo y eventos a nivel mundial en diversos idiomas.
Para mí fue genial, hice todos los cursos que pude, vi series, estuve en grupos, me sentía súper capacitada para la llegada de mi bebé, pero cuando nació el temor se volvió apoderar de mí y le decía a mi pareja sobre la desconfianza que me tenía a la hora de ser madre. Ahora después de dos años me doy cuenta que había empezado un proceso de depresión perinatal que significa depresión antes y después el parto por creer que no podía cuidar a mi bebé.

2. Dificultad para dormir (incluso cuando el bebé está durmiendo), despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado:

El 18 de octubre del 2020 por parto natural nace mi bebe, ¡nada más emocionante que verle su rostro por primera vez!, pero tengo que reconocer que me sentía agotada y sólo esperaba el momento de regresar a mi hogar y descansar. Para sorpresa la llegada a casa me demostró que por el momento nada volvería hacer igual y que por el contrario, estaría pasando días donde el cansancio se agudizaba, dormir sólo hasta dos horas seguidas, temor continuo por el bienestar del bebé, e incluso temor que mi cuerpo pudiese afectar el bebé si me dormía, y así estuve durante los primeros 40 días.
Al pasar el tiempo noté que tanto mi bebé como yo, estábamos teniendo mejores descansos, sin embargo mi cuerpo ya estaba manifestando poco interés en levantarse de la cama, estaba todo el día sola con mi hijo porque mi pareja trabajaba, mi familia vive en otro municipio y como era pandemia las salidas estaban restringidas y las visitas también.
Empecé a sentir una tristeza profunda, poco interés de hacer actividades, levantarme, bañarme, organizarme o tomarme un café, sentía que no tenía tiempo para nada, me sentía agobiada pero enamorada de mi hijo, eso me mantenía con un propósito de seguir.

“Contar con círculos de confianza y apoyo son esenciales para muchos procesos de nuestras vidas, incluso la maternidad”

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“El bienestar de otras personas incluso de nuestro bebe, parte de reconocer y trabajar también en nuestro bienestar, esto mismo aplica para cualquier etapa de la vida”

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3. Irritabilidad, fatiga, estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" persistente:

Yo siempre he sido una mujer muy alegre y de un estado de ánimo muy estable pero después de que mi bebé nació, la fatiga se apoderó de mí, diario me sentía cansada con mal genio, me molestaba con facilidad por cosas que no podía controlar, me sentía en soledad, pero al mismo tiempo me incomodaba estar con personas.
En ese momento me sirvió mucho decir en voz alta que esta situación era temporal y que mi bebé iba a crecer y que todo iba a pasar, les cuento que sí ¡así fue¡.

4. Apetito anormal, cambios de peso o ambos:

Cuando termine el embarazo mi peso era de 85 kilos a los pocos meses mi peso era de 55 kilos, había perdido 30 kilos en aproximadamente 6 meses, en ocasiones no comía por estar pendiente de mi bebé, ese momento de mi vida me olvide mí y me deje absorber por la maternidad y olvidar mi bienestar personal, aquí es demasiado importante el cuidado del cuidadora, la malas rutinas implicó en mí implicaciones como mastitis, una crisis de asma y un espasmo que sentía que no era capaz de ciudad a mi bebé.

5. Pensamientos sobre la muerte, el suicidio, o hacerse daño a sí misma o al bebé:

Uno de los efectos más críticas de la depresión posparto es llegar a extremos donde se hacen daño a sí mismas o al bebé, por fortuna no tengo para contar este tipo de situaciones (supongo que no estaría contando la historia hoy en día). Pero sí quiero hacer énfasis en que la depresión perinatal es real y aumenta con el desconocimiento propio y de nuestro círculo cercano, hay comentarios que lo único que hace es empeorar la situación y por el contrario nos quedamos cometiendo errores por temor a conversar y aprender.

“En el libro de Yvonne Laborda, Dar voz al niño nos dice que ser madres es una oportunidad para sanar nuestra niña interior y volver a nacer, rompiendo los paradigmas que hasta hoy se viven en la maternidad”.

Mi lucha por la equidad y la sostenibilidad del mundo está en dar un mensaje de apoyo a mujeres que decidan ser madres y expresar desde nuestro amor el acompañamiento que necesitan. No es para nada nuevo nuestra necesidad de maternar un mundo nuevo, un mundo pensado en el respeto por los niños, niñas y los jóvenes, pensado en la empatía por las mujeres madres, un mundo que vea a los niños y niñas como personas iguales y no inferiores, que vea en una madre una mujer capaz de volver a nacer junto con su hijo, una mujer fuerte y valiente.