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¿Cómo ha sido nuestra relación “amorosa” con el planeta?¿En qué etapa de nuestra relación estamos? ¿Será que estamos pasando por una de esas épocas difíciles o en definitiva es una relación tóxica que requiere separación urgente?
Con la campaña de amor en crisis climática nos hemos de preguntarnos cómo ha sido nuestra situación “amorosa”, y quedamos con la sensación de que las personas hemos sido la pareja tóxica en la relación con el planeta. Nos preguntamos si tendremos esperanza, si aún estamos a tiempo, si podemos recuperar ese amor o simplemente si todo está terminado. Acompáñanos a conversar un poco sobre las etapas del amor en nuestra relación con el planeta y encontremos de manera conjunta respuestas al problema que hoy enfrentamos.
Al comienzo de todo las personas y el planeta se conocieron y exploraron mutuamente. Si partimos desde el sistema económico paleolítico, entendemos que las personas comenzaron la exploración a través de la caza y la recolección de frutos, donde poco a poco descubrieron los recursos y las maravillas del planeta. Mientras que el planeta no tenía inconvenientes en ofrecer un hogar para las personas.
¿Qué tipo de amor predominaba en este momento?, seguramente el amor propio, aunque se disfrutaba el explorar y conocer del otro, la prioridad era el bienestar individual, las personas priorizan su alimento y supervivencia, y el planeta su equilibrio ecosistémico, no olvidemos que el planeta ha sido un ser que vive en el poliamor, su relación no es únicamente con las personas (aunque al parecer sólo son ellas quienes han causado tantos conflictos amorosos).
¡Pasamos un momento lleno de magia … ¡El enamoramiento!
Esta etapa es conocida por las emociones intensas y fuertes deseos de permanecer junto a la pareja, también, tienen sus atenciones en aspectos comunes. Así las personas en su periodo neolítico dejan de tener actividades nómadas y comienzan el conocimiento de la agricultura, domesticar animales, almacenar sus alimentos y permanecer en grupos en lugares estratégicos, dejan de centrar su energía sólo en satisfacerse así mismo sus necesidades básicas, y dedican su tiempo en comprender a su pareja “el planeta”. El planeta por su parte disfrutaba ver como las personas ingeniaban y sacaban su creatividad con lo que él aportaba en la relación.
Sin embargo, aquí comienza algo que en este amor no ha sido nada equilibrado, el dominio de uno sobre el otro. Comenzó a existir el ejercicio de propiedad sobre los recursos y una intensificación en la producción, elevando un crecimiento poblacional y con él el uso de recursos; pero debido a la magia del momento, y de los encuentros deseados, el planeta tiende a evitar las discusiones y los conflictos con su nueva pareja las personas.
«Hemos alterado el equilibrio natural de la Tierra a través de nuestras acciones humana y es donde comienza nuestra etapa del abuso”
Esta etapa es conocida por las emociones intensas y fuertes deseos de permanecer junto a la pareja, también, tienen sus atenciones en aspectos comunes. Así las personas en su periodo neolítico dejan de tener actividades nómadas y comienzan el conocimiento de la agricultura, domesticar animales, almacenar sus alimentos y permanecer en grupos en lugares estratégicos, dejan de centrar su energía sólo en satisfacerse así mismo sus necesidades básicas, y dedican su tiempo en comprender a su pareja “el planeta”. El planeta por su parte disfrutaba ver como las personas ingeniaban y sacaban su creatividad con lo que él aportaba en la relación.
Sin embargo, aquí comienza algo que en este amor no ha sido nada equilibrado, el dominio de uno sobre el otro. Comenzó a existir el ejercicio de propiedad sobre los recursos y una intensificación en la producción, elevando un crecimiento poblacional y con él el uso de recursos; pero debido a la magia del momento, y de los encuentros deseados, el planeta tiende a evitar las discusiones y los conflictos con su nueva pareja las personas.
«Hemos alterado el equilibrio natural de la Tierra a través de nuestras acciones humana y es donde comienza nuestra etapa del abuso”
Con el tiempo se hace notorio cómo las personas muestran síntomas de problemas individuales que se refleja en su relación amorosa con el planeta, situaciones de autoestima con reflejos de superioridad, con periodos como el esclavismo donde las relaciones sociales están basadas en la propiedad incluso sobre otras personas, luego pasando a un feudalismo donde pocos dominan sobre otros y deseaban la conquista de más territorios, por decirlo así, inicia una invasión en la privacidad del planeta sólo por problemas de autoestima y complejos de las personas. Y así comienza una relación donde las personas explotaron y han afectado el planeta en su búsqueda de recursos y prosperidad, la relación se tornó tóxica y desequilibrada.
Y el capitalismo se traduce como esos actos de violencia intrafamiliar que nunca el planeta quiso denunciar, creía que podía solucionar el problema y que las personas pronto resolverán sus problemas individuales para lograr una sana relación, guardó silencio durante mucho tiempo, pero sin duda alguna los límites se sobrepasan desde hace mucho y ahora la cosa es diferente.
El planeta hace poco ha revelado un ALTO a todos los abusos sufridos, denunciando, protestando e incluso marchando, ha tenido que sacudirse, sanar sus dependencias amorosas con las personas y seguir su rumbo, incluso alejando su protección y amor hacia las personas, y saben algo… las personas con dolor hoy están viviendo una crisis por la separación, en incluso su vulnerabilidad se ha expuesto y magnificado cada vez más.
El planeta ha pasado por las etapas que implica un duelo amoroso trató de negociar con nosotros desde hace mucho, vivió la ira y depresión, con mares de lágrimas que se tradujeron en inundaciones excesivas (En Pakistán más de 1500 personas murieron, por inundaciones en el 2022) e incluso con movimientos bruscos ha demostrado su dolor (hoy la cantidad de personas fallecidas por el terremoto en Turquía han superado las 5000 personas). El resultado de las damnificaciones que hoy viven las personas por los cambios que estamos viviendo en el planeta, se suma al hecho de que no hemos construido sociedades resilientes, colaborativas y donde prima el bienestar colectivo y ambiental.
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Recordemos que, si queremos realmente salvar la vida humana sobre el planeta, creemos que debemos darle una oportunidad a la práctica de otro tipo de amor que sea altruista, colaborativo y sostenible.
En la actualidad, muchas personas están trabajando para reconstruir y mejorar esta relación, tomando medidas para proteger el medio ambiente y reducir su impacto en el planeta, aún falta compromiso político, participación en varios niveles y sin duda alguna, sanar internamente los problemas sociales que tenemos (desigualdad, pobreza, conflictos, acceso a salud, entre otros).
Ahora, ¿será que estamos a tiempo de reconciliarnos con el planeta?
Tal vez queda poco tiempo, pero por eso no podemos detenernos en la lucha climática, en recuperar ecosistemas, en replantearnos el modelo de amor individualista por uno más altruistas, colaborativo y sostenible. Quizás no volvamos a una relación amorosa con el planeta por un largo tiempo, la herida causada ha sido bastante grande, pero lo que tenemos que buscar es que se consolide de manera madura una ruptura sana, donde el planeta retome sus amores con otras especies y no sólo en las personas, sea libre de equilibrarse y moverse sanamente, mientras las personas sólo compartimos algunos espacios con el planeta respetando sus límites, y salvaguardando su bienestar. Retomemos misiones a gran escala como lo sugiere Mariana Mazzucato, y que nuestra relación amorosa con el medio ambiente sea una lucha en diferentes escalas, con diferentes actores por salvar el planeta.
Y si conversamos con aplicaciones de inteligencia artificial sobre esta relación…
Sólo para terminar queremos compartir un segmento que el chat GTP nos comparte sobre esta relación: “En muchos casos la relación entre las personas y el planeta puede ser tóxica. Las actividades humanas, como la contaminación, la deforestación y la emisión de gases de efecto invernadero, han dañado gravemente el medio ambiente y ponen en peligro la vida en el planeta. Por lo tanto, es importante trabajar para mejorar esta relación y convertirla en una relación más equilibrada y sostenible en el futuro. Esto incluye tomar medidas para reducir nuestra huella de carbono y proteger los ecosistemas y la biodiversidad del planeta.”
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